miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pues no tienen peligro ni nada ...

En un caso como los de las películas de ahora, cuatro ex alumnas de la Escuela de Ingenieros de Vigo han acabado sentadas en el banquillo por un delito de revelación de secretos íntimos. La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel y una multa de 4.860 euros para cada una por haber husmeado en una cuenta de correo electrónico de Yahoo durante un año.

En 2006, las cinco chicas (las cuatro acusadas y la espiada) entregaron un trabajo extra para su profesor, el ex vicerrector Xoán A. Leiceaga, ahora jubilado; éste quedó contento, concedió una matrícula de honor a Ángeles (una de las acusadas) y otra a Paula (la espiada) y les prometió que, algún día, una alumna leería el artículo en un congreso. Al poco, Paula dejó el equipo.

Un año después, apareció en Internet una ponencia con un título casi igual al redactado por el grupo que iba a ser presentada por Leiceaga y una coautora en un congreso en Colombia; las cuatro acusadas ataron cabos y concluyeron que la coautora tenía que ser Paula. Enviaron un correo al profesor para dejarle caer su sorpresa porque alguien se aprovechase de su esfuerzo y Leiceaga supuso que las chicas habían husmeado en el correo de Paula porque solo él y su colaboradora conocían las fechas del congreso y el título final de la ponencia.

Paula explicó que la prueba de la intrusión es que una acusada le comentó por teléfono: «me quedé helada cuando abro y veo las fotos [del trabajo común]». Ésta declaró que varias de sus ex compañeras le confesaron también por teléfono que la habían espiado «casi un año» y que le pidieron perdón. Según Paula, una se excusó por la «chiquillada».

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